Las alteraciones de la afectividad (vida emocional) desde la psicología clínica
En alguna ocasión ya he escrito sobre la afectividad, que la entendemos como el conjunto de experiencias que definen y engloban la vida emocional de la persona. La afectividad engloba diversos elementos, como los sentimientos, las emociones, los deseos, en el conjunto de estados que vive la persona de manera personal y subjetiva.
Aquí, describiré las alteraciones somáticas, que afectan al organismo, de la afectividad.
La tristeza patológica es el síntoma principal de la depresión, aunque también está presente en afectos como la indiferencia, la apatía o a irritabilidad. La tristeza puede presentar diferentes intensidades que oscilan de un leve desaliento a una tristeza vital profunda, que afecta al retardo en el pensamiento y acción.
La alegría patológica es una emoción primaria positiva y fundamental de las personas. La alegría patológica es una exaltación del humor desproporcionado a la realidad y tiende a reducir la capacidad de juicio y da lugar a irritabilidad y hostilidad cuando se les contraria.
La anhedonía es la desaparición o disminución de la capacidad para obtener placer en situaciones que lo provocaban con anterioridad. Es uno de los síntomas depresivos más característicos, aunque también aparece en otros trastornos.
La ansiedad y angustia son experimentadas por todo ser humano a lo largo de su existencia. La ansiedad y angustia patológica son las que surgen libremente y se apoderan de la persona sin motivo y en situaciones que no son peligrosas para la población en general.
La disforia es una sensación de malestar que predomina en algunos cuadros afectivos. Es un humor nada agradable de tonalidad negativa que engloba diferentes emociones o sentimientos, alguno de los más frecuentes son: ansiedad, malhumor, sufrimiento, angustia, o irritabilidad.
La inadecuación afectiva o paratimia se caracteriza por no corresponderse la emoción con la vivencia. Por ejemplo una persona que ha sufrido un accidente automovilístico muy grave y lo explica riéndose de manera incontrolable.
La labilidad emocional son cambios rápidos del estado de ánimo independientes de los estímulos que los causan externamente. Suele durar poco tiempo, aunque pueden reaparecer.
La ambivalencia o ambitimia se da en situaciones que hay sentimientos positivos y negativos al mismo tiempo, respecto a un mismo objeto, al contenido vivencial o representación en la que se encuentre.
La incontinencia afectiva se da cuando no hay control afectivo, en el sentido que aparecen emociones con mucha rapidez, que alcanzan una intensidad excesiva y no pueden ser dominados.
Las alteraciones de la afectividad anteriores son las más características, aunque también puede aparecer rigidez, frialdad, indiferencia afectiva. El tratamiento psicológico puede ayudarle a mejora o llevar mejor las alteraciones afectivas. En Biospais podemos ayudarle.
Miquel Colomer Ortega
Psicólogo de Biospais
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